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martes, 30 de agosto de 2011

~7~

Es curioso... Este chico me suena... ¿Pero de qué? ¿Es un amigo? ¿Tal vez me crucé alguna vez con él? ¿Fuimos compañeros? No consigo recordarlo... Pero sin embargo sé que él me conoce a mí de antes...

Me recuerda a mi hermano Jorge...

Es verdad, vosotros no sabéis de mi vida... Bueno, pues, principalmente, mis padres dejaron de atenderme porque decían que no me hacía falta. Y centraron toda su atención en mi otro hermano, Jaime. Por entonces Jaime tenía unos 8 años y Jorge unos 15. Jorge nunca ha sentido agrado (por decirlo de alguna manera) hacia mis padres. Y, sinceramente, yo tomé a Jorge casi como mi padre. Me enseñó a montar en bici, me preparaba el desayuno, me ayudaba a vestirme, me despertaba... Las cosas que hacen los padre. Pero él nunca me gritó ni me regañó. Jorge siempre me dijo que sólo la gente mala debía recibir el odio, y que yo nunca podría ser mala. Pero Jorge se fue, y ya me volví la chica antisocial, que odiaba a sus padres y que veía el mundo de manera distinta.

Dejé que me creciera el pelo, empecé a vestir como yo quería y dejé de escuchar a todos. Mi pensamiento era mi guía y mi hermano mi maestro. Nada más. 

Y bueno, el resto ya lo conocéis. 

Era de mi clase de 1º. El chico ese. Era un compañero de 1º.

He terminado en el pueblo este de al lado. Bueno, creo que ya va siendo hora de cambiar de nuevo. Voy a ser la persona que nunca quise ser...

1 comentario:

  1. Me encanto está frase: Mi pensamiento era mi guía y mi hermano mi maestro.

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